sábado, 27 de marzo de 2010

LA LISTA NEGRA

Me acerco y anoto sus nombres. Se les nota el espanto en sus semblantes, y con un gesto instintivo se echan hacia atrás como si yo fuera la personificación del mismo demonio. Los sigo sin inmutarme, mirándolos de hito en hito, ya estoy acostumbrada a estas reacciones cada vez que tengo mi lista entre las manos.

Es cierto que a veces zafan, pero hoy les aseguro que no se salvarán. El horror deforma sus rostros y finas perlas de transpiración caen desde sus frentes rojas…

Nunca entendí ese miedo ridículo que tienen mis alumnos cuando saben que deben examinarse en mi clase de historia.

sábado, 20 de marzo de 2010

DECIR "MAGIA"




Fue la primera vez en los últimos años que el escritor salió de su casa sin pluma y sin papel, de modo que cuando en plena calle lo acosó la inspiración, lejos de rechazarla, la invitó a que lo acompañara a la Oficina de Correos. Pensaba retirar un libro que alguien le había enviado desde la otra punta del mundo, y luego, pasar por una librería para comprar aquellos elementos, pues sin ellos, se sentía despojado y a merced del olvido.

Estuvo a punto de cambiar el rumbo, disponiéndose firmemente a no separarse de aquellos ímpetus literarios, pues temía que lo abandonaran a mitad del camino. El libro podía esperar, las ideas, no. Sin embargo, mientras dudaba, casi sin darse cuenta ya estaba en las dependencias de la Oficina Postal. Qué más daba…

Una vez que firmó la conformidad, le entregaron el paquete. La curiosidad que había sentido en determinado momento por saber el título del libro que le obsequiarían, quedó relegada al fastidio por retrasar la escritura de su cuento. De todos modos, se dispuso a liberar “al libro” de su embalaje forzoso. Rasgó los precintos de la caja de cartón y la abrió. Adentro había otra pequeña caja que no podía albergar, por su tamaño, a ningún libro que se precie. Pero cuando abrió la segunda caja, la pequeña, apareció frente a sus asombrados ojos, una pluma, sí una pluma negra y brillante que invitaba a ser esgrimida como escudo de la ignorancia. Debajo de ella, había una pequeña nota en un papel escrito sólo por una cara, la otra, seguía en blanco.

Ya tenía la pluma y el papel. También la magia de la amistad que había viajado nada más ni nada menos que diez mil kilómetros, sólo para que él pudiera escribir un cuento, ese día y a esa hora.




sábado, 13 de marzo de 2010

SÓLO POR MÍ

Aquí vinimos a descansar, dije sin mucha convicción a Eduardo, aunque sabía que en cualquier momento sonaría el móvil y él saldría disparado como siempre. Había aceptado casarme con un médico sabiendo que esto pasaría.

A principio me desesperaban esas interrupciones casi continuas, en cualquier momento del día o de la noche, luego comencé a amoldarme a esa vida de sobresaltos, pero ahora, después de tantos años, me gustaría que pudiéramos descansar juntos sin que nadie se interponga…

Eduardo me mira con la comprensión dibujada en sus ojos, arroja el móvil tan lejos que cae al mar. Desde esas profundidades mudas me llegan los ecos de aquellos que llorarán por mi culpa.

miércoles, 3 de marzo de 2010

PRESENTACIÓN DE “PEQUEÑAS PALABRAS”, DE SALVADOR ROBLES


Salón de Actos de la Sede bilbaína de la Multinacional FNAC.

De izquierda a derecha: César Coca, Salvador Robles y Xabier Xalabarté.



El lunes 1º de marzo de 2010, a las 19 hs, fue presentado en la sede bilbaína de FNAC, el libro de microrrelatos “Pequeñas palabras”, a cargo del periodista y escritor César Coca. En la oportunidad, el actor Xabier Xalabarté, leyó algunos relatos del libro, que llegaron a emocionar a la nutrida concurrencia que se había hecho presente en el acto.

Cabe mencionar, que el evento fue considerado por los directivos de la reconocida multinacional, como un gran éxito.

El ambiente ameno, la cabal espontaneidad de Salvador Robles y la larga cola de gente a la espera de la firma de sus ejemplares, contribuyó a colmar las expectativas de autoridades de FNAC y lectores que se encontraban allí reunidos.

Quiero agradecer calurosamente a Salvador, por haberme hecho partícipe de su libro, lo cual es un gran honor para mí. A su vez, hacerle llegar mis sinceras felicitaciones por este nuevo logro, y augurarle muchos más, a lo largo de su extensa carrera literaria.